Hijas del hollín y de las altas chimeneas,
De las fraguas incandescentes y minas subterráneas.
Hijos de la tierra sembrada y de los molinos,
De los extensos campos y pieles quemadas.
Hijas de las lágrimas y de la sangre derramada,
De las trincheras interminables y tumbas lejanas.
Hijos de los calabazos y de los barrotes de metal,
De las bolsas de plástico y respiraciones cortadas.
Hijas de las viudas y de las fosas comunes,
De los pelotones de fusilamiento y memoria borrada.
Hijos de fantasmas apátridas y del viento que huye,
De lenguas lejanas y viajes sin retorno.
Hijas del olvido y de la tristeza,
Del dolor y muerte.
Somos la derrota,
Siglos de pérdida.
Sonreíd, seguid en pie,
Creemos en el crepúsculo de los gigantes,
Igual que todo lo vivido, el futuro será nuestro.
OLERKIA: “Hijas, Hijos,…”
ARITZ BRAVO ZUBILLAGA
MARRAZKIA: “Arkitektura Soziala”
ELOI LANDIA ORMAETXEA